Introducción
Ya está aquí. El primer Porsche 911 Turbo S híbrido de producción: el 992.2 T-Hybrid. Un paso histórico que, lejos de suavizar su carácter, lo lleva a un nuevo nivel de brutalidad y eficiencia. Porsche no ha electrificado el Turbo S para cumplir con normativas: lo ha hecho para mejorarlo como máquina de precisión, concretamente el Turbo S más potente hasta la fecha.
Y lo cierto es que nos ha parecido una auténtica pasada. No es un coche que te deje con la boca abierta por su diseño —porque no cambia radicalmente—, pero una vez lo entiendes en detalle, te das cuenta de que es evolución pura, de la buena.
Exterior
A nivel estético, el nuevo Turbo S T-Hybrid no busca revolucionar, sino refinar. Los cambios son sutiles pero inteligentes, comenzando por un nuevo paragolpes delantero con entradas de aire activas que incluyen louvres móviles —o como me gusta llamarlas, persianitas laterales, como en el Carrera T o el GTS. Me parecen brutales, y además son funcionales: ayudan a la refrigeración y optimizan el flujo de aire.
En la parte trasera, el paragolpes le han dado un toque muy acertado, más limpio pero también más técnico. El difusor de plástico, ahora más marcado e integrado, me encanta también, especialmente cómo fluye con los nuevos escapes encuadrados, que aportan un look más moderno y afilado. También me gustan, se nota que Porsche cuida hasta el más mínimo detalle.
Las nuevas llantas Turbo S en acabado monocolor son otro acierto estético. Me encantan, tienen ese equilibrio perfecto entre elegancia y estilo deportivo.
A nivel de dimensiones, seguimos con una silueta inconfundible: 4,53 m de largo, 1,90 m de ancho y 1,30 m de alto, con pasos de rueda generosos que dan sensación de aplomo desde cualquier ángulo.
Interior
Dentro, el 992.2 mantiene el ADN Porsche, pero actualizado. El nuevo cuadro digital de 12,6 pulgadas curvo, sin visera, es uno de los cambios más destacados. Visualmente limpio, moderno y configurable.
Le acompaña la pantalla central táctil de 10,9 pulgadas, con acceso a Porsche Communication Management, Apple CarPlay, Android Auto y navegación integrada. Todo se maneja con rapidez, sin menús innecesarios.
Los asientos delanteros siguen siendo lo que esperas de un Turbo S: cómodos, con sujeción lateral perfecta y gran ergonomía. Atrás, las plazas traseras siguen siendo testimoniales, pero útiles para algún bolso, mochila o niño.
Los materiales combinan cuero, aluminio, carbono y Alcántara según configuración. La calidad percibida sigue siendo referencia en su segmento.
El maletero delantero ofrece 128 litros, lo justo para un par de maletas de cabina. No sobra, pero cumple.
Rendimiento y dinámica
Y aquí está la verdadera revolución: el nuevo sistema T-Hybrid.
El motor bóxer de seis cilindros biturbo ahora tiene 3.6 litros de cilindrada, completamente rediseñado. Pero lo que cambia todo es que Porsche ha integrado un turbo híbrido: un turbocompresor con motor eléctrico integrado que acelera la turbina de forma instantánea. El lag desaparece por completo. Este turbo híbrido está asistido por un compresor eléctrico adicional, que se encarga de mantener presión en bajas vueltas.
Y no, no lleva una batería clásica como en otros híbridos. En lugar de eso, el sistema se alimenta por un supercondensador de iones de litio, inspirado en el 919 Hybrid de Le Mans, que ofrece entrega de energía inmediata y es mucho más ligero que una batería convencional.
Todo esto se traduce en 711 CV y 800 Nm de par máximo, entregados a través de la transmisión PDK de 8 marchas y una tracción total inteligente.
La aceleración es simplemente demencial: 0 a 100 km/h en 2,4 segundos, y una velocidad punta de 330 km/h. Y no lo decimos solo porque lo diga Porsche. Hoy, 11 de septiembre, vimos la vuelta rápida en Nürburgring: cómo alcanza los 320 km/h en la recta, cómo frena al final, y cómo se mueve el coche entero sin perder estabilidad… es una auténtica pasada. Es increíble de ver.
El peso está controlado: 1.665 kg (DIN) gracias al uso de materiales ligeros y la eficiencia del supercondensador. La suspensión PASM adaptativa regula todo en tiempo real, y los frenos cerámicos PCCB, con 10 pistones delante y 4 detrás, garantizan paradas quirúrgicas vuelta tras vuelta.
El coche monta neumáticos 255/35 ZR20 delante y 315/30 ZR21 detrás, lo que asegura tracción incluso cuando sueltas toda la potencia de golpe.
Porsche siendo Porsche, afinando cada detalle. Saca coches que son evolución tras evolución del modelo anterior, y a nosotros nos encanta.
Precio
El salto tecnológico se refleja en el precio, y no es para menos. El Porsche 911 Turbo S 992.2 T-Hybrid parte desde:
312.000 € en versión Coupé
328.000 € en versión Cabrio
Las entregas en Europa están previstas para finales de 2025 o principios de 2026. El margen de espera está, pero también el de configuración: Porsche ofrece varias opciones y paquetes de personalización como:
Sport Chrono Package
Lightweight Package
Exclusive Manufaktur
Y mientras tanto, seguimos esperando ese GT2 RS, a ver si llega pronto. Y esas fotos espía del 935 Slant Nose que rondan por Nürburgring. Incluso vimos algo raro de un Taycan GT4 eléctrico. Me encanta lo que hace Porsche con estas idas de olla, porque están hechas con sentido.
Conclusión
El Porsche 911 Turbo S T-Hybrid 992.2 2026 no es un experimento: es la evolución lógica del Turbo S hacia el futuro. Con tecnología heredada de Le Mans, pero enfocada a carretera. Sin modo eléctrico, sin concesiones, sin pérdida de alma.
Con 711 CV, turbo híbrido eléctrico, supercondensador, tracción total y aerodinámica activa, Porsche ha creado un coche más preciso, más rápido y más avanzado que nunca.
A nosotros nos encanta. Porque esto sigue siendo un 911 de verdad, pero con esteroides tecnológicos. Y porque, una vez más, Porsche demuestra que se puede mirar al futuro sin traicionar al pasado.




























