El rugido de Atlanta y una sorpresa bávara
Este nuevo BMW M2 Turbo Design Edition se presentó en uno de los escenarios más épicos posibles: el Petit Le Mans de Road Atlanta.En plena euforia por las diez horas de resistencia —una carrera que, si no la habéis visto, os invito de verdad a que la veáis—, BMW decidió dar el golpe de efecto presentando una de sus piezas más especiales de los últimos años.
Y, venga, al turrón.Este M2 G87 llega inspirado directamente en el BMW 2002 Turbo de los años 70, aquel que fue pionero en montar un turbocompresor KKK que lo convertía en un misil para su época. Este nuevo modelo no solo homenajea su estética, sino también su filosofía: potencia pura, tracción trasera y cambio manual.
El resultado es una edición limitada que huele a historia, que suena a pasado, pero acelera con la fuerza del presente.
Un diseño que te habla de historia
Visualmente, el coche es una joya.El livery M Performance retoma las icónicas líneas tricolor de BMW Motorsport, pintadas a mano sobre una carrocería en blanco alpino que recuerda directamente al 2002 Turbo original. En los retrovisores encontramos la inscripción “turbo” invertida, exactamente igual que en el modelo de 1973, pensada para que los conductores que lo vean por el retrovisor sepan lo que se les viene encima.
El frontal agresivo del G87 combina con los detalles cromados y los logos especiales que dejan claro que esto no es un M2 cualquiera.BMW ha cuidado cada elemento: emblemas exclusivos, parrilla en negro brillante, llantas específicas de 19 y 20 pulgadas, y una producción tan reducida que ya es objeto de deseo antes de llegar a los concesionarios.
Y tengo que decirlo: BMW ha clavado el homenaje. Han conseguido recuperar esa esencia ochentera de coche pequeño, bruto y con carácter, pero sin perder el refinamiento actual.
Un motor con alma, no con filtros
Bajo el capó, el M2 Turbo Design Limited Edition mantiene el bloque S58 de 3.0 litros biturbo, seis cilindros en línea, con 473 CV y 550 Nm.La gran noticia es que solo se ofrece con cambio manual de seis velocidades. Sin automática, sin paddles, sin filtros. Una decisión valiente en tiempos donde lo digital manda.
El conjunto pesa poco más de 1.700 kg, y el reparto de pesos sigue siendo casi perfecto: 50:50.La tracción trasera y la suspensión adaptativa M garantizan un comportamiento tan preciso como divertido.
De verdad, este M2 apunta a ser uno de los últimos BMW M verdaderamente puros.No solo por cifras o tecnología, sino por lo que transmite: ese feedback mecánico que muchos echamos de menos en la era de los asistentes electrónicos.
La inspiración del 2002 Turbo y el toque emocional
El BMW 2002 Turbo fue el primer coche turboalimentado de producción en Europa, y su carácter lo convirtió en una leyenda. Este nuevo M2 recoge ese ADN y lo traduce a nuestra época.Desde las rayas tricolor pintadas a mano, hasta el interior con costuras M Performance y el pequeño distintivo “Turbo Design Edition” en la consola, todo respira homenaje.
Como fan del automovilismo, me encanta ver cómo BMW vuelve a sus raíces.Este coche no es solo una edición limitada: es una declaración de principios.Y lo mejor de todo es que, aunque se ha presentado en Estados Unidos, hay rumores de que algunas unidades podrían llegar a España, algo que me tiene con muchas ganas de verlo rodando por aquí.
Exclusividad al más alto nivel
BMW no ha especificado la cantidad exacta de unidades que producirá, pero todo apunta a que serán menos de 150 en todo el mundo.El precio parte desde unos 84.000 dólares en EE. UU., aunque con las opciones del catálogo BMW Individual puede subir fácilmente por encima de los 95.000.
Eso lo convierte en una pieza de colección desde el primer día.Una edición tan exclusiva, tan limitada, que poca gente tendrá acceso a ella.Y siendo honestos, eso también le da parte de su encanto. Porque este M2 no es para cualquiera: es para los que entienden lo que significa un M manual, un coche que te obliga a conducirlo, no a que te lleve él.
Conclusión: la edición que devuelve la fe en BMW M
En tiempos donde la electrificación domina el discurso, BMW ha tenido el coraje de mirar atrás y recordar sus orígenes.El M2 Turbo Design Limited Edition no es el más potente ni el más rápido, pero probablemente sea el más auténtico.
Desde su presentación en Road Atlanta —una de las mecas del motorsport americano— hasta su homenaje al 2002 Turbo, todo en este coche respira pasión.Personalmente, tengo muchas ganas de probarlo y verlo por las calles, porque lo que nos ha dejado ver BMW hasta ahora me parece increíble.
Este M2 es una cápsula del tiempo: un puente entre la nostalgia del pasado y la ingeniería del presente.Y sobre todo, una prueba de que la magia de conducir no ha muerto.






















